仄暗い水の底から (Dark Water)

Hideo Nakata I Japón I 101 min I 2002

En todo el J-Horror, ese terror nacido y criado en Japón entre fines de los 90 y comienzos de los 2000 (AKA fin del mundo) el agua es una constante. Una sustancia que se entromete por todos los recovecos, que en su tranquilidad esconde aquello inaccesible al ojo, y que sin aviso puede azotar con una ola de tamaños considerables. Vivir en una isla se ve que puede ser paradisiaco pero también una zona de riesgo. EsA sensación s la que transmiten estas películas. Encierro y un horizonte acuoso que refleja como un espejo los fantasmas que nos ocupan.

Hideo Nakata ya había demostrado como convertir la sangre en agua y como sacudir los fantasmas. Si en The Ringu, Sadako (o Samara, en la versión yankee, esa que todos alquilamos en nuestro videoclub amigo y vimos hasta mordernos las uñas) emergía de un aljibe con su pelo largo lacio y negrísimo para decirnos que el pasado siempre vuelve, acá, en Dark Water, no hay aljibe pero si el cadáver de una niña adentro del tanque cisterna.

Litros de H20 como materia prima para generar miedo y un presente solapado sobre historias antiguas que no dudan en afectar a quien atine –sin querer a veces- revivirlas.

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