Robert Eggers l Estados Unidos/Canada l 2015 l 89 min.
El debut de Eggers como director nos dejo con la quijada colgando alguna trasnochada del 2015 o 2016.
El patriarca de una familia en Inglaterra [1630], después de discutir con la colonia puritana donde habitaban, por un desacuerdo con la iglesia, apañado por una capa gruesa de orgullo, son baneados de la colonia y exiliados a comenzar su vida de nuevo cerca de bosque donde las malas lenguas cuentan que una presencia demoniaca ya tomo las tierras.
Un recién nacido esfumado, una cosecha que no da frutos, brujas, cabros y demás simbologías son con las que coquetea Robert Eggers en este largometraje.
Vacio existencial en forma de paisajes poco hospitos, una fotografía hermosa y un soundtrack tensionante son los caracteres que nos acompañan por 92 minutos, embarrándonos la cara con horror.
El fervor religioso y un santuario satánico fue algo que rescato Eggers de escritos, leyendas, cuentos de la época incluyendo diarios y documentos de juzgados. Gran parte del guion viene de estas fuentes.
"Fui concebido en el pecado y nacido de la injusticia."
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