Larry Peerce l USA l 107 min l 1967.
Virulenta, irónica, asfixiante. Tony Musante y un jovencito Martin Sheen intepretan a dos maniáticos que se meten en un vagón a atemorizar a los pasajeros para satisfacer su propio goce y sadismo. No es muy difícil odiar a estos dos malandras si ya de entrada los vemos golpear sin asco a un pobre tipo para sacarle unos míseros 8 dólares. Lo que The Incident va hacer es presentarnos en una extensa introducción a cada una de las personas que convergerán en ese subte. Entre ellos, una pareja afroamerciana, un joven gay, matrimonios de mediana edad con conflictos maritales de mediana edad, personas mayores, dos pibes del servicio militar, otra parejita pero más joven, etc. Digamos que el vagón ilustra la mayor cantidad de tipos de habitantes posibles y se vuelve una especie de New York en miniatura con todo su individualismo, su hipocresía y toda esa mierda que flota en el aire denso del transporte público. Solo basta la irrupción de estos desquiciados para que esa fractura social se desnude y salte a la luz. Acá son dos loquitos pero esta irrupción puede ser cualquier otra crisis. Una guerra, un déficit económico, o para pensar en la vigencia que tiene la película, por qué no un virus como el que nos azota hoy en día.
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