Peter Medak I Canadá I 109 min I 1980
El caserón de un barrio residencial. Sus maderas frágiles y las telarañas de las esquinas. La escalera. La puerta. El altillo. Y por supuesto, un homicidio. The Changeling es la historia de un fantasma pero también de una casa. Un músico aclamado sufre primero una desgracia familiar, se trauma, se mutea largo tiempo. Si bien, le cuesta y retoma la vida. Para estar más tranquilo se recluye en una residencia antigua y es ahí donde lo que parecía cocinado no lo está tanto.
El terror sutil de The Changeling hace que donde haya una pelotita que cae por los escalones, puertas que se abren solas, una tecla de un piano que la toca una mano invisible veamos horror verdadero en la cara de este tipo. Como en toda película de terror de tipo old dark houses, el muerto al no poder elevarse y descansar en paz necesita hablar, comunicarse, pedí ayuda cuando alguien cae a su zona, y sus palabras son entonces la arquitectura de toda la casa. Ruidos, candelabros, madera que se quiebra, correntadas de aire, esa es la lengua del fantasma y el director Peter Medak hace algo increíble con la cámara y las atmósferas para que entendemos la magnitud de sus entonaciones.
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