Possum [2018]

Matthew Holness I Gran Bretaña I 85 min I 2018.

Possum respira tenue y tendido como atrapada en una pesadilla de la que intenta despertar y no puede. Avanza en círculos como una mancha estancada en un río quieto. Rechaza toda linealidad narrativa para perderse en el interior sin fondo de una atmósfera sin bordes. Atrae por impulso lo siniestro y de él se alimenta.

Entregarse a la pura atmósfera es un riesgo que Matthew Holness elige tomar y lo bien que hace. Hay un protagonista: un titiritero que regresa a su pueblito natal con un bolso y un par de traumas escondidos en su mutismo. Hay un episodio en la periferia: un niño recientemente desaparecido a la salida del colegio. Hay también una marioneta semi-cadavérica con cuerpo arácnido y un tío pervertido que ríe fuerte mientras enchastra su acento británico con tabaco barato. Pero más que un argumento en concreto, lo que hay en la epidermis es un estado mental truculento y constante organizado por una lógica rotativa donde ciertos elementos aparecen y reaparecen para aludir a una historia concreta de abuso infantil. Que hay cierta redundancia en la (única) idea general que tiene es verdad, pero a veces la creencia en las sensaciones y el impresionismo de las imágenes puede más. Uno elige, yo en esta me quedo del lado del director.

Si la vuelta a la casa de la infancia no es otra cosa que la vuelta al origen del trauma, pisar la habitación de la niñez es entonces ensuciar los zapatos de la adultez. Lo familiar se sabe, nunca está como creíamos que lo habíamos dejado y por eso es que duele tanto.

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