Paterson es una oda a lo mundano. Tanto la ciudad como el personaje principal, quien también lleva este nombre y es interpretado por Adam Driver.
Esta es una historia de un colectivero que recorre todos los rincones de una pequeña ciudad, encontrando historias que volcar en su anotador como si todo se tratara de un haiku. El tono de la película, en su mixtura de voces en off que recitan e imágenes de un lugar al que cualquier persona del interior puede sentirse identificado, nos va llevando lentamente a una experiencia netamente sentimental.
En Paterson no existe hastío, ansiedad, ni pánico por el porvenir. De hecho todo se repite día a día pero, a través de la pantalla, existe la posibilidad de abrazar esas escenas secuenciales de la vida que a uno lo mantienen tirando del carro y que si un dia dejaran de repetirse todo se derrumbaría. O quizás no. Pero que mejor que al menos una certeza a mano.
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