Un típico pueblo minero, en este caso bajo la estética anglosajona, alberga su propio hecho maldito: el derrumbamiento de un yacimiento que se llevó la vida de 5 de los 6 empleados extraviados en las catacumbas de la tierra. Harry Warden fue ese único sobreviviente, quién para canalizar su trauma decidió el fin de la vida de muchos pobladores convirtiéndose así en el gran villano de este slasher. Toda esta historia permanecerá durante 20 años en el inconsciente colectivo.
Con la paralela censura por parte de los gobernantes a la fiesta del Día de los Enamorados, se había podido controlar su vuelta como venganza al pueblo que lo destrozó, ya que la catástrofe ocurrida se dio ese día y era su motivación para volver. Hasta qué un día, estas medidas se dan de baja y el sheriff local empieza a recibir como regalos corazones humanos.
Bajo este marco se desarrollará un gran slasher que quedó a la sombra de películas como Friday the 13th y Halloween.
Un rejunte de sajones explorando libertades reprimidas en la transición de jóvenes estudiantes de la preparatoria a desempleados, transeúntes del mismo bar, descenderán metros y metros para conocer el verdadero infierno.
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