La primera colaboración de Robert De Niro con Marty nos muestra el sucio ambiente nocturno de la vida neoyorquina. Con un ritmo frenético, a partir de un gran manejo de la cámara al hombro por parte del italoamericano se recrea toda la escena de reviente, apuestas y mafia que tanta fama tuvo dicha ciudad en ese entonces. De hecho, es algo que se repite más de una vez en la filmografía de Scorsese.
En Mean Streets, Robert De Niro no desea llegar alto para recrear un rise and fall como sucedió en Goodfellas o Casino y tampoco es un hombre solitario con pose de anti héroe como seria en Taxi Driver. Su personaje es tan solo un perdedor que vive su vida de prestado con la adrenalina que eso genera y atando a la gente que lo rodea a ese miserable estilo.
Otra cosa a recalcar de este largometraje, es el amor del director para con el sonido de la época, llevando de compañía sonora a The Rolling Stones o a Derek and The Dominos. Este amor hacia dicho arte se ve claramente en las ultimas incursiones al cine documental para retratar la gira Rolling Thunder de Bob Dylan o el maravilloso All Thing Must Pass para inmortalizar al hermoso de George Harrison.
Si sos de las personas que a la hora de ver una película prefieren las de un ritmo alto, Mean Streets es una gran opción porque lo tiene todo y sin desperdiciar el lenguaje cinematográfico como hacen muchos chantas de la industria actual.
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