John. D Hancock l USA l 89 min l 1971.
El cine setentoso y todo ese humo denso narrativamente -y en momentos materializado en un metraje que se repite- brillando dentro de este monstruo onírico que es Let's Scare Jessica to Death.
La historia parte de una premisa simple: Jessica, quien recién sale de un instituto mental con todo lo que implicaba eso en aquella época, decide irse junto a su pareja y un amigo a una casa de campo. Al llegar, se encuentran con Emily, un personaje sumamente extraño a quien deciden acobijar en este retiro de fin de semana.
Con un ritmo más que interesante la película empieza a ser colonizada por distintas variantes del genero como lo son espectros, vampiros y doppelgängers. También, se cuenta con escenarios explotados de una manera brillante, como lo son el lago a la vera de la mansión vacacional y el cementerio también aledaño.
El problema surge cuando Jessica y su pareja, al querer empeñar cosas de la casa recién adquirida para poder solventar su fin de semana, se enteran de la historia macabra que esconde dicha mansión: la desaparición de una familia que habitó anteriormente. A partir de acá empieza un juego sumamente interesante entre las voces de la cabeza de la recién salida del manicomio.
Una joya de terror psicológico que a partir del manejo extradiagético del sonido se va metiendo poco a poco, con paciencia, en tu psiquis para dominarla y, hacerte pensar, si vos también sos parte de este juego esquizofrénico.
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