El mundo cinematográfico del director polaco suele estar totalmente atravesado por las sensaciones de vacío y la respectiva búsqueda de la libertad por la que atraviesan todos sus personajes. Humanos, demasiado humanos y La Double Vie de Veronique participa de este catalogo.
La primera colaboración de Irene Jacob con el cineasta, nos presenta a una mujer del mundo de la música, que padece una enfermedad cardiaca -vaya coincidencia que Krzystof, años después moriría de un infarto- y que constantemente se ve enfrentada ante las cuestiones mas primitivas por las que pasa la mente humana. Ella sabe que existe algo más allá de ella, una replicación en otra latitud que comprende su malestar existencial y por lo que en cierto modo luego de un sueño procede a sentirse mas acompañada.
Esta película nos plantea un hermoso juego de dobles en el marco de la transición de Kieslowski en su futuro adentramiento al cine francés, donde se terminaría de consolidar su obra con la maravillosa trilogía de los colores, para dejar los opacos lugares de Polonia con su tradicional infraestructura soviética de edificios brutalistas.
La película de hoy es ideal para adentrarse en un melancólico mundo en el que las respuestas son escasas pero a partir de la sensibilidad fotográfica, cubierta de colores otoñales, descansamos en el consuelo de todo el existencialismo de esta hora y media.
Comments