Steven Sorderbergh I Estados Unidos I 2022 I 89 min
Zoë Kravitz labura como cognitariada para una compañía de informática. Vive en un loft rodeada de audios, videos, data, tres pantallas, auriculares y un aparatito llamado Kimi que practicamente es la novedad del futuro: un dispositivo que hace todo lo que le pidas. Dato no menor, la protagonista padece agorafobia y el COVID-19 lo úncio que hizo fue incrementarlo.
Sobre esa base, Steven Sorderbergh que bien sabe cómo armar suspenso con tres boludeces arma este thriller que grita conspiración de los 70 por todos lados (Blow Out de De, The Conversation de Coppola, etc). En su trabajo diario, aparece la sospecha de un homicidio y con un par de zooms y ralentis al sonido, todo se confirmo (y se empantana). La hipervigilancia de cada día, cámaras que miran donde uno no espera, micrófonos donde no se ve, tipos de traje que salen a perseguirla en medio de una manifestación. Sorderbergh mete poco pero mete lo justo para que los 89 minutos de paranoia de Kimi se resuelvan como se resuelven las cosas grosas: a los tiros y cuchillazos, con sangre, heridos y un par de cádaveres sobre el suelo.
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