Durante los años 60s y 70s, el genero krautrock deglutió todas las atrocidades vividas en Alemania años atrás para hacernos vibrar al sonido oscuro que muchas veces imponen los sintetizadores.
En Der fan, el krautrock nos acompaña durante todo el largometraje con el sonido ofrecido por una banda similar a Soft Cell, la cual nos va ahogando minuto a minuto a medida que Simone, emperatriz del film, empieza a darle suelta al cine alemán de shock.
Eckhart Schmidt es un retorcido de mierda y posiblemente el mote de horror le quede corto a su más exitosa película, es por esto que pasar de largo -si lo que estas buscando es algo suave de ver- sea la mejor opción.
De haber disfrutado Martyrs (Pascal Laugier) o Audition (Takashi Miike) posiblemente aquí también tu monstruo interior se sienta cómodo. Nunca vas a dejar de sentir que esto se está yendo al carajo. Sobre todo en el tercer acto.
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