Spielberg, el más que consagrado director de aventuras y una de las figuras que más ha nutrido al séptimo arte, a partir este titulo empieza a explorar la vida fuera del planeta tierra.
Close Encounters of the Third Kind es una hermosa idea que no tiene miedo en ningún momento de explorar los limites autorales. En cada minuto que sucede son nuevas las cosas que van apareciendo y que para la época logran adelantarse de gran manera en un género que venia con la vara altísima dejada por Kubrick en su 2001: A Space Odyssey.
Si los 70s fueron para muchos e incluido quien escribe, la mejor época del cine, gracias a la fabrica de mentes creativas cuyo trabajo se destacaba por la exploración y la búsqueda de la libertad luego de los años fascistas, esto lo puede terminar confirmando Truffaut, estandarte de la Nouvelle Vague y quien da vida a un científico francés que recorre el mundo para llegar a USA donde todo los contactos de tercer tipo suceden.
La película transcurre con un ritmo algo lento, explorando desde el espiritualismo hasta la posibilidad del lenguaje, idea que se vería claramente representada por Dennis Villeneuve en su título Arrival y por qué no también en un dialogo con su misma obra por parte del director cuando en un futuro filmaría E.T y A.I. Artificial Intelligence.
También cabe resaltar que el director de fotografía que participa del rodaje no es nadie más que Vilmos Zsigmond, soporte de directores como Michael Cimino, Braian De Palma o Robert Altman.
La idea generalizada de cómo seria un alíen está acá.
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