Literalmente como estar metido en la cabeza de un asesino con trastorno obsesivo compulsivo. Sentadix, quietitx, mirando los cables quemados, sin hacer el menor ruido. Se sintió como tener puesto en cada ojo un microscopio paranoico que trata de fichar donde está el origen de un peligro potencial. Y cómo para no, la película sigue a este flaco luego de que mató a una nenita por la boludez de haberle tirado un pelotazo al vidrio del auto. El loco es un colifa que piensa mucho y de más, al que la madre no sabe ya que hacer con él y para colmo, es padre de una hija chiquita a la que aparentemente no ve hace tiempo.
Está re en una. La persecuteada que se come una vez que se mancha las manos con sangre lo lleva a tapar los vidrios del auto y todo espejo que lo haga mirarse como el monstruo en el que se ha convertido. O tal vez ya lo era. La verdad no sabemos si mató antes, no sabemos los motivos de por qué lo hizo, no sabemos nada y eso es lo mejor.
Clean, Shaven es entrar en este bocho esquizofrénico y ver el universo desde su lugar, de una forma dislocada, oblicua, donde los sonidos se acumulan y giran empastados creando una atmósfera insoportable para nosotros y para el homicida.
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