Inscripción tallada en un banco de la escuela primaria de la calle Barker, en Chamberlain:
“Carrie White come mierda”.
Basada en la primerísima novela de Stephen King, este clásico de terror cuenta la historia de Carrie -una adolescente atormentada por sus compañeros de clase y su madre híper religiosa- que, al ser llevada al límite en su noche de graduación, utiliza sus poderes telequinéticos para vengarse, sembrando el caos y la destrucción por toda la ciudad.
Tener su primera menstruación en las duchas del colegio y no saber lo que es marca el principio del fin para Carrie. Ser invitada al baile de graduación, para luego ser bañada en sangre de cerdo como parte de una broma, también.
La última broma, claro. Que nos deja como fruto el baile más sangriento y memorable en la historia del cine de culto.
A 47 años de su estreno, todavía nos mantiene pegados a la pantalla, con las tripas revueltas y el corazón partido. Todavía nos invita a reflexionar si no es que Carrie tan solo fue lo que hicieron de ella. Si no es que la gente se corrompe al ser llevada más allá de su punto de ebullición.
CARRIE, es entonces, un fiel retrato de lo que sucede cuando la crueldad adolescente, el punto de no retorno y los poderes sobre-naturales se fusionan. No se la pueden perder!
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