Radiografía de una Buenos Aires inflamable en el cuerpo de un inmigrante boliviano. Después de Pizza, birra y faso, Adrián Caetano se contenta con tres locaciones y una imagen monocroma crudísima para extirparle una rodaja a la calle de Capital. Como tantxs otrxs que buscan salir del fango, Freddy llega al barrio de Constitución, sin su mujer, sin sus hijas, sin documentos, y pega laburo como parrillero en un bar. Con eso nomás, basta para mostrar que éste país es racista por naturaleza, machista por tradición y que la crisis económica es un estado constante, un dominó de deudas donde el que ayer te prestó guita hoy te debe el doble.
La volví a ver despues de un par de años y me había olvidado lo buena que es, lo calleja que suena cada palabra, cada modulación. Acá se putea como hay que putear. Se gesticula como gesticula la gente de verdad. Se odia porque a alguien hay que culpar de la desgracia individual. "Vienen y nos sacan el laburo", "negro de mierda", "bolita cagado de hambre", frases que todavía uno sigue escuchando cuando patea la ciudad.
*La calidad no es la mejor pero es lo que hay.
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