Michael Haneke l Austria l 1992 l 105 min.
Haneke a través de los ojos de Benny -interpretado por un joven Arno Frisch- nos muestra el progreso de una obsesión.
Una obsesión de un joven entusiasta filmico, quien esta tan inmerso en su fantasia audiovisual que disocia con la realidad.
La manía con la violencia documentada lo lleva al snuff.
Dando su primer paso grabando la muerte de un cerdo, que luego observa con perversión, retrocediendolo una y otra vez.
Benny vive en su cuarto, una cueva sin luz con olor a pubertad. En una familia funcional de clase alta de Austria que, compensan la falta de cariño con un alto set de video.
Pasa sus dias y horas viendo lo que filmó, va al videoclub a alquilar peliculas y mira también, en ese lugar, The Toxic Avenger, que cabe destacar, grita gore por todos lados.
El primer acto quiebra la trama con una pistola de noqueo. Su ruido ensordesedor, un plano estático que poco muestra y, gritos, gritos extremadamente desgarradores que en pocos segundos son muteados a silencio absoluto, para que disolvamos en shock lo que presenciamos.
Haneke nos muestra desde la perspectiva de un psycho: como vive, analiza e interpreta la sociedad y, sus conductas de frito, por ejemplo, comerse un yogurt pasados los segundos de matar a alguien, o ponerse a hacer tarea con el cuerpo a metros del escritorio.
Classic Haneke, revolviendonos las entrañas.
Benny's video es el segundo film de una trilogia, "The Michael Haneke Trilogy", de la cual forman parte The Seventh Continent y 71 Fragments of Chronology Of Chance, que en algún momento me gustaría subir.
Esta trilogía funciona como una critica metafilmica de las pantallas como barreras emocionales. Sumada a la anestesia colectiva del sentir, que como patologia de indole natural, crece en la cultura popular, por culpa de -otra vez- las pantallas.
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