La puerta del hall forzada,
un cuerpo octogenario
Cotidianidad, vida, muerte y goce.
Meticulosamente insertados
en crudeza de la tercera edad.
Amour.
Preocupaciones como gestos de amor.
Perdidas en el espacio tiempo.
Extraviarse dentro del vacio.
Ancianxs.
Problemas de la vejez que aparecen, sin tener predecesores que te indiquen, ni un colchón para asistirlos.
Desde la sinceridad pura, Haneke nos obliga a experienciar sostén y asistencia, en el deterioro psicológico y físico de unx compañerx de vida coqueteando con un profundo y latente dolor porque su existencia esta caducando.
Profundidad triste y humillante.
Acompañamiento.
Commenti